Querido Sr. Bolinaga,
Se me
han hecho muy largos estos dos años y medio. Y eso que dijeron lxs médicxs que
sería cuestión de meses. Ya ve, lleva usted viviendo libre desde agosto de 2012
gracias a la humanidad del estado de derecho que tanto despreciaba. ¡Qué
paradoja!. Supongo que su grave enfermedad le habrá causado varias molestias
durante este periodo de libertad no merecida (porque usted sabe tan bien como
yo que lo que merecía era pudrirse en la cárcel hasta que sus huesos se
desintegraran y se convirtieran en polvo), pero, ¡qué demonios!, era usted
libre al fin y al cabo.
Pues sí
se me ha hecho largo, sí. Aunque sospecho que no tanto como los 542 días que
tuvo usted encerrado como un animal a mi paisano Ortega Lara, sin ver la luz
del sol, sin saber qué día le tocaba morir y sin entender qué pecado tan grave
había cometido para ser juzgado tan severamente. Ni tan largo como los años que
llevan sin sus seres queridos las familias de los guardias civiles que usted
asesinó.
Es
usted un monstruo y deseo que, allá donde esté usted ahora (espero lo más lejos de mí que se pueda),
exista otro tipo de justicia, menos “humanitaria”, que se esté encargando de juzgarle
como lo que es, una maldita alimaña.
Llevaba
dos años y medio deseando su muerte con todas mis fuerzas. Así que, no sé
usted, pero yo hoy dormiré un poco más tranquila. Porque hay un demonio menos
en el mundo.