domingo, 7 de agosto de 2016

Milagro


Julio llegó en agosto. Siempre se ha hecho de rogar; sus primeras señales de vida llegaron marcadas en forma de cruz en el baño de un estudio de Nueva York, casi tres años después de haberle llamado por primera vez. Cuando, por fin, empezamos a notar que quería salir a conocer mundo llegaron los nubarrones. La fuerte tormenta duró varios días pero, como dicen en una de mis películas favoritas, nunca llueve eternamente. Así que el pasado viernes salió el sol. Un sol brillante que ilumina nuestras vidas y el camino que vamos a emprender. Nacho, el viaje no ha sido fácil hasta ahora, pero no se me ocurre un mejor compañero para reírlo y llorarlo que tú. Contigo las piedras en el camino son meros guijarros. Tú incluso las conviertes en arena. Y estoy deseando coger la mochila y empezar este nuevo viaje cogida de tu mano por un lado y de la de Julio otro. Por kilómetros y kilómetros...

jueves, 28 de abril de 2016

Otegi


Me pregunto cuántas de esas personas que defienden a Otegi como un "agente de paz" (se me revuelven las entrañas solo de pensarlo) se encontraban en aquellas multitudinarias manifestaciones para protestar por el asesinato de Miguel Ángel Blanco, de rodillas, con los brazos por detrás de la cabeza, gritando: "ETA, dispara, aquí tienes mi nuca". Cuántas de ellas se reunían todos los miércoles de 20:15 a 20:30 frente al ayuntamiento de Burgos para pedir la liberación de José Antonio Ortega Lara durante el casi año y medio que duró su abominable secuestro, todos y cada uno de los 76 miércoles que pasaron, lloviera o nevara... Es imposible que sean alguna de esas personas que se horrorizaban, lloraban y gritaban BASTA YA cada vez que ETA mataba. Y si lo son, si son alguna de ellas, entonces tienen graves problemas de memoria. Y de respeto por las víctimas también. Que se lo hagan mirar.

Otegi ha cumplido su condena y tiene que salir a la calle, lo acepto y de alguna manera agradezco que todoxs los ciudadanxs podamos disfrutar de las garantías judiciales que nos da un estado democrático. Pero no soporto verle reírse de todas las personas de bien y encima apoyado por un líder político con más de 5 millones de votos. Otegi, has cumplido tu condena, ahora vete a tu casa y déjanos en PAZ (paz de verdad, no la que tú pretendes), cierra tu monstruosa boca que solo sabe escupir odio y provocar más dolor...